SALUD

Watsu: salud a través del agua

Si a los innumerables beneficios del Shiatsu le añadimos las ventajas que el agua proporciona a cualquier terapia, tenemos como resultado el Watsu: una disciplina de trabajo corporal que aúna, entre otras cosas, los elementos terapéuticos de los masajes, con la técnica del Shiatsu y la respiración terapéutica. ¿Alguien da más?

Beatriz Gurdiel Robles
Watsu: salud a través del agua
Literalmente Watsu significa “Shiatsu en el agua”, aunque su definición va mucho más allá. Según Carmen Gloria Bernabeú, experta terapeuta de Watsu, se trata de “una terapia corporal que combina los componentes terapéuticos de un masaje estándar con movimientos rítmicos en el agua, activación de articulaciones, técnicas de Zen Shiatsu, respiración terapéutica y danza”.

La gran diferencia con respecto a otras terapias de este tipo es que el Watsu se practica en agua temperada, que normalmente está entre 34 y 37 grados Celsius, algo que suele “asociarse a las vivencias en el útero de la madre, lo que facilita sensaciones de confianza y seguridad”, dijo a Punto Vital Carmen Luz Orrego, presidenta de la Federación Chilena de Trabajo Corporal Acuático. En el agua resulta más sencillo “conectar con tu respiración ya que se entra en un silencio profundo debido a que los oídos están bajo el agua”, apunta Orrego. “Es una manera muy fácil de tomar contacto con uno mismo y darse cuenta de lo que somos, sin mencionar que es una excelente manera de recibir masaje en todo el cuerpo sin tener que cambiar de posición”.
“El Watsu es una terapia corporal que combina los componentes terapéuticos de un masaje estándar con movimientos rítmicos en el agua, activación de articulaciones, técnicas de Zen Shiatsu, respiración terapéutica y danza”.

Carmen Gloria Bernabeu, Watsu Wellness Practitioner

Liberando cuerpo, mente y espíritu en el agua

Fue en 1980 cuando Harold Dull, físico, filósofo y poeta californiano, decidió llevar al agua las técnicas del Zen Shiatsu –escuela de la que era fundador-. Consideraba que se trataba de un medio ideal para el trabajo corporal, ya que en el agua el cuerpo, especialmente la columna vertebral y las articulaciones, puede realizar movimientos que no serían posibles en tierra firme.

Según la Federación Chilena de Trabajo Corporal Acuático, la filosofía del Watsu “enfatiza en que el terapeuta elongue el cuerpo del paciente para abrir los canales de energía; que ponga atención y se conecte con la respiración del paciente, trabajando sin prejuzgar ni interferir con el estado de cada persona, sino más bien facilitando los canales para lograr avances hacia el estado de sanación. El rol del terapeuta en este sentido es el de crear un espacio de seguridad y continuo apoyo, estando completamente presente, acompañándolo en vez de interferir en su fluir”.

A Chile no llegó hasta el año 2002, cuando la doctora Karla Caspers, médico cirujano alemán y terapeuta e instructora de Watsu, comenzó a dar cursos básicos y avanzados a un grupo de profesionales de la salud. Hoy en día existen más de 40 “Watsu wellness practitioners” repartidos por todo el país.

Cada sesión de Watsu es única

Indicadas especialmente para niños y adultos con enfermedades osteo-musculares crónicas, dolor de columna, problemas vasculares, migrañas, embarazadas o que estén en tratamiento psicoterapéutico, entre otros, cada sesión de Watsu es única porque depende del estado en que se encuentra la persona y las vivencias que se tienen a lo largo de la terapia. “La conexión que se experimenta con el agua y con uno mismo es siempre distinta”, afirma Bernabeú, “ya que se pueden trabajar patrones antiguos, traumas, miedos, etc.”.

Según Orrego, “es común que durante una sesión surjan diversas emociones. Los traumas y temores guardados en el cuerpo, como tensiones musculares o patrones habituales de movimiento, tienden a aparecer en forma transitoria cuando estas tensiones y restricciones se liberan. Muchos pacientes relatan que temas no resueltos y recuerdos antiguos reaparecen”.
Indicadas especialmente para niños y adultos con enfermedades osteo-musculares crónicas, dolor de columna, problemas vasculares, migrañas, embarazadas o que estén en tratamiento psicoterapéutico, entre otros, cada sesión de Watsu es única.
En una sesión de Watsu el paciente es colocado en distintas posturas llamadas “cunas” y “sillas” a través de las cuales el terapeuta “abre el acceso a diferentes áreas del cuerpo, que se masajean y son mecidas suavemente, recordando y reprogramando la mente corporal sobre los movimientos, que se sienten naturales y agradables al cuerpo”. Se van presionando los puntos de acupresión, llamados “tsubos”, de acuerdo al ritmo de la respiración, “restaurando el flujo armonioso del chi (energía de vida) a través del cuerpo. También se nivelan sutiles campos de energía corporal, conocidos como “chacras”, ayudando a ecualizar la armonía entre diferentes centros energéticos y emocionales del cuerpo”, según explica la Federación Chilena de Trabajo Corporal Acuático.

“Las suaves torsiones e inclinaciones ayudan a aliviar la presión que una rígida columna vertebral puede ejercer sobre los músculos y nervios, eliminando así cualquier disfunción que esta presión puede estar causando a los órganos alimentados por estos nervios. Estira los músculos de una manera suave y gradual, y ayuda a aumentar la circulación sanguínea en ellos, facilitando la eliminación de metabolitos dañinos. Además refuerza el funcionamiento de los músculos y aumenta su flexibilidad”, dice Orrego.

Sanación a través del agua

Según los expertos, la vivencia del Watsu se graba en la memoria celular el cuerpo y sus resultados permanecen en la persona que lo recibe, por lo que esta terapia está siendo cada vez más importante en centros de rehabilitación de Europa y Estados Unidos. Sus beneficios son innumerables.

Según Orrego, se aplica especialmente a pacientes (niños y adultos) con enfermedades osteomusculares crónicas (artritis reumática, fibromialgia, etc.) y enfermedades neuromusculares agudas y crónicas. “Tras el primer tratamiento ya presentan un significativo alivio del dolor, así como una clara disminución de la rigidez y de la tensión. Pacientes con migrañas severas pueden obtener un alivio permanente. Igualmente se logran buenos avances con niños y adultos que estén severamente impedidos física y mentalmente”.

Además, el “Watsu permite un alivio especial para mujeres embarazadas, ya que permite una conexión intensa entre madre e hijo, por estar en el mismo ambiente acuático. Personas que han sufrido accidentes vasculares o daños del sistema nervioso central por otras causas, pueden lograr alivio de la rigidez y espasmos musculares y una clara mejoría de sus habilidades de coordinación, tanto en manualidades como en caminar. También resulta muy útil para personas que estén en tratamiento psicoterapéutico”.

Debido a que el Watsu respeta las limitaciones físicas de cada cuerpo, es posible aplicarlo a todo tipo de personas, independientemente de su edad y contextura física. Ni siquiera es necesario saber nadar. “Sólo esta contraindicado para personas con insuficiencia cardiaca descompensada y enfermedades siquiátricas agudas”, concluye Bernabeú.