ALIMENTACIÓN

Intolerancia a la lactosa: una afección silente

Si bien el grado de intolerancia a la lactosa puede variar según los casos, lo cierto es que no ser capaz de aguantar algún componente inserto dentro de los alimentos puede causar más de alguna molestia.

Carla González C.
Intolerancia a la lactosa: una afección silente
Padecer de intolerancia a la lactosa parece ser un trastorno del siglo XXI, algo que de pronto comenzó a salir en los medios a través de reportajes y opiniones de expertos en el área de la nutrición. No obstante, esta patología ha estado presente en los seres humanos desde siempre; el desconocimiento en el tema y lo difícil de precisar el padecimiento, eran algunas de las trabas.

Según estudios del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, INTA, cerca del 50% de los adultos padecerían de este trastorno en nuestro país. Sus síntomas – diarrea, flatulencia e hinchazón abdominal entre otros – suelen ser confundidos en la mayoría de las ocasiones con la enfermedad de colon irritable, lo que hace que la detección sea mucho más tardía y difícil de identificar.

Beber leche o consumir cualquiera de sus derivados parece ser para la mayoría, uno de los productos más importantes de la dieta. El debilitamiento de los huesos es un problema que preocupa y por eso, el consumo de alimentos lácteos se vuelve una necesidad que se trata de inculcar desde los primeros años.

Sin embargo, no poder tolerar la lactosa, azúcar natural de la leche y de sus derivados, resulta una gran molestia para aquellos usuarios que no conocen de su condición y que por lo tanto no se percatan de que sus molestias se deben a la ingesta de estos productos.

El nutricionista de la Universidad de Chile, Alexander González Lizama, explica que la intolerancia a la lactosa se debe a la incapacidad del organismo, específicamente de la mucosa intestinal, para absorber este elemento, lo que se debe a la insuficiencia de lactasa, enzima que permite esta acción. Así, todos los alimentos que contienen esta azúcar – cada uno en diferente porcentaje – serán rechazados por el organismo.

Aunque el principio más común es la predisposición genética, el profesional manifiesta que otra de las causas que puede llevar a este tipo de rechazo es de carácter ambiental y tiene que ver con aquellas personas que nunca han tenido el acceso a la leche. “Hay gente que nunca ha tomado leche y cuando de pronto lo comienza a hacer, se da cuenta de que su organismo reacciona con rechazo frente al producto”, afirma.

Como mencionamos anteriormente, la intolerancia a la lactosa no se manifiesta siempre de la misma forma, con todos los lácteos ni en todas las personas por igual. Al respecto el nutricionista comenta que el rechazo a este componente puede ser dividido en dos grandes grupos: aquellos que poseen intolerancia a todos los lácteos sin distinción y las personas que reaccionan negativamente sólo a algunos alimentos. “Hay pacientes que por ejemplo toleran productos como el yogurt, ya que tiene menor porcentaje de lactosa”, explica.

¿Cómo identificar la intolerancia a la lactosa?

Alexander González afirma que en una primera instancia el auto chequeo es fundamental. Al respecto, el especialista dice que para conocer del trastorno en nuestro organismo, “necesariamente hay que hacer una revisión. Comienza observándose uno mismo, probando con la supresión en la ingesta de lácteos. Si se acaba el problema y no hay más síntomas, será un buen indicio”.

En esta misma línea, González pone énfasis en que es también importante la visita al médico. En este caso, el profesional indicado para un primer diagnóstico es el gastroenterólogo, quien hará el examen adecuado para identificar la patología y el grado en que se manifiesta.
Existen muchos alimentos que si bien no son derivados de la leche, sí contienen lácteos entre sus ingredientes. Algunos de ellos son el pan, los cereales, el puré de papas, sopa, aderezos para ensaladas, dulces, algunos chocolates, masas para queques, helados, entre otros.
Frente a la posibilidad de identificar una intolerancia a la lactosa por parte de los niños en edad de amamantamiento, el nutricionista comenta que si bien la leche materna también la contiene, es muy difícil diagnosticar un rechazo en las guaguas. Para el profesional, la adaptación del organismo surge cuando comenzamos a ingerir alimentos provenientes de otras especies. En el caso de los lácteos, el problema – para algunas personas – surgirá al comenzar con el consumo de leche de vaca, de burra o de otros animales.

El problema de la intolerancia a la lactosa y el número de casos que se fueron registrando a través del tiempo, hizo que productores y especialistas en salud y nutrición comenzaran a trabajar sobre el tema. Así surgen los alimentos sin este componente, los que para Alexander González no influyen en la calidad de la nutrición, “la carencia de lactosa baja el porcentaje de calorías en la leche, pero no influye en forma importante”, asegura.
Contenido de Calcio y Lactosa en alimentos comunes:

Alimento Contenido de Calcio Contenido de Lactosa
Leche de Soya fortificada, 1 taza 200-300 mg. 0
Brócoli, 1 taza 90 mg. 0
Naranja, 1 50 mg. 0
Porotos, ½ taza 40 mg. 0
Lechuga, ½ taza 10 mg. 0
Sardinas con esqueleto, 120 grs. 270 mg. 0
Salmón enlatado con esqueleto blando 205 mg. 0
Yogurt, 1 taza 415 mg. 5 gr.
Leche descremada, 1 taza 295 mg. 11 gr.
Queso Suizo. 40 grs. 270 mg. 1 gr.
Helado de crema, ½ taza 85 mg. 6 g.