ALIMENTACIÓN

Falsos mitos entorno a las dietas

Que si beber agua durante las comidas engorda, que la fruta es mejor antes de almorzar, que hay que hacer cinco comidas al día, que hay que eliminar de la dieta los hidratos de carbono, que la leche no es buena… La cultura popular empaña el panorama alimenticio con miles de recomendaciones para llevar una dieta sana y equilibrada pero, ¿qué hay de cierto en todas esas afirmaciones? En este artículo el nutriólogo Jaime García Birón nos ayuda a distinguir entre mitos y realidades nutricionales.

Dr. Jaime García Birón *
Médico Nutriólogo
Falsos mitos entorno a las dietas
En nuestra población existen diferentes creencias en relación a alimentación que carecen de fundamento y tienden, no sólo a confundirnos, sino también a perder esfuerzos y postergar el diagnóstico y tratamiento en manos de un real especialista. Estos son algunos de ellos.

Mezcla de hidratos de carbono y proteínas:

Es falso que esta combinación de nutrientes aumente la cantidad de calorías, o sea peligrosa, o no recomendada en tratamientos para bajar de peso.
Consumo de agua:

Existe consenso científico en promover el consumo de aproximadamente 2 litros de líquidos totales al día, incluyendo agua potable o mineral, dependiendo de cada caso en particular.
Productos diet y light:

No existen legalmente, por lo que no están definidos con exactitud. Lo anterior significa que a cualquier producto se le pueden atribuir cualidades dietéticas que no tienen, por lo que debemos leer la rotulación de los alimentos y en caso de dudas consultar, ya que existe mucha publicidad engañosa al respecto.
La fruta no engorda, o engorda:

Falso, ya que el aporte de calorías de la fruta va a depender del tipo y cantidad de frutas consumidas diariamente.
El chicle baja de peso:

Falso. Desgasta el esmalte dental y provoca un efecto rebote de aumento de apetito al estimular las terminaciones nerviosas que se encuentran en nuestra cavidad bucal.
La marraqueta no engorda:

En verdad “es uno el que engorda”, pero hablemos en serio. El consumo de pan sí se asocia a la obesidad, ya que cada pan equivale a aproximadamente 260 calorías, por lo que su consumo debe ser moderado. Es frecuente detectar personas que comen pan de forma compulsiva y que, por el índice glicémico de éste, presentan un mayor riesgo de presentar diabetes a largo plazo, riesgo que aumenta si existen antecedentes genéticos.
Los edulcorantes producen cáncer:

No existen estudios serios que demuestren que los edulcorantes en dosis recomendadas presenten riesgo de cáncer en humanos.
Evitar hidratos de carbono:

De ninguna manera esto es recomendable, ya que se corre el riesgo de presentar una alteración en los neurotransmisores cerebrales como la serotonina, y desencadenar, especialmente al final de la tarde, crisis de comer compulsivo de pan, galletas, golosinas u otros alimentos ricos en hidratos de carbono y grasas.
Dietas ricas en proteínas:

Las proteínas son fundamentales en una dieta equilibrada pero deben ser consumidas con moderación, ya que su exceso puede provocar un desgaste peligroso de la función renal y, en algunas personas, un mayor riesgo de gota o cálculos renales.
Es necesario tomar leche:

Sí, ya que el principal aportador de calcio de la dieta son los lácteos, por lo que deberemos ingerir estos productos hasta el fin de nuestras vidas, evitando los lácteos ricos en grasas.
Las carnes diet no engordan:

Falso. No existen estudios serios que certifiquen esta condición, y además es fundamental la cantidad y tipo de carne consumida para evaluar esto con certeza.
Dieta de las estrellas::

Contiene diversos errores como la eliminación de hidratos de carbono, o el consumo libre de sustancias con alto nivel de grasa. Puede provocar trastornos depresivos o alimentarios como bulimia o anorexia. No debe hacerse por los riesgos que presenta, entre los que también se cuenta el efecto rebote.