Miedo a tener relaciones sexuales. Éste es un problema que pudiera parecer extraño para quienes gozan de una vida sexual activa y plena, pero que es una realidad en algunas personas, quienes por diversos motivos, evitan entrar en contacto íntimo con otros individuos.
Una de las causas más conocidas frente al padecimiento de la fobia sexual es el haber sido víctima de una violación. Esta experiencia traumática puede gatillar lamentables consecuencias en la persona, quien después de este hecho, puede llegar a sentir incluso repulsión por los encuentros sexuales, evitando a toda costa llegar a la intimidad.
Pese a lo anterior, existen otras circunstancias que llevan a este aborrecimiento y que tienen que ver con la personalidad del individuo, su temperamento o ciertas convenciones sociales como el embarazo fuera del matrimonio. Estos agentes marcan las vidas de los afectados, quienes incluso – y en los estados fóbicos extremos – se mantienen vírgenes de por vida, llegando incluso a formar un odio social importante.
El doctor Álex Oksenberg Shorr es psiquiatra psicoanalista didacta de la Asociación Psicoanalítica Chilena y director ejecutivo del Centro Chileno de Sexualidad Humana. Según su experiencia, comenta que “detrás de cualquier tema fóbico se puede encontrar una gama amplia de escenarios posibles, desde el temor normal a la intimidad, exacerbado por un temperamento tímido o sensitivo, hasta núcleos sicóticos de carácter paranoide”.
Según el médico, este ‘miedo paralizante’ también implica el silencio de parte del afectado, quien además de sufrir por no poder concretar una relación sexual, tampoco será capaz de consultarlo con un especialista. “Se produce una actitud de fobia secundaria a cualquier consejo profesional relacionado a la solución del problema. Habitualmente llegan a consultar movilizados por sus parejas y/o frente a una crisis desencadenada por el rechazo sistemático al encuentro sexual”, afirma Oksenberg.
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