La sarcopenia es un estado del que se comenzó a hablar hace sólo unos años, cuando se incorporó a los temas de importancia dentro de la fisiología o fisiopatología geriátrica. Es en ese instante donde este proceso toma un rol de relevancia para los médicos, de los cuales, algunos tomaron la iniciativa de invitar a los adultos mayores a mantenerse activos y evitar a toda costa la dependencia.
Derivada de los vocablos ‘sarco’ (músculo) y ‘penia’ (pérdida), esta condición sería parte de de muchas aristas. Así, los puntos de vista inflamatorio, nutricional y hormonal serían parte de la afección, la que por otro lado aún no está confirmada ni como envejecimiento normal o de tipo patológico.
El geriatra del Centro de Medicina, Ejercicio, Deporte y Salud (Meds) y promotor del “Envejecimiento activo”, doctor Juan Carlos Molina Yons, comenta que durante el año pasado y en el marco de un congreso de geriatría realizado en Seattle, Estados Unidos, se realizó un simposio internacional sobre sarcopenia.
Lo interesante fue que en aquella reunión se invitó a los profesionales a no seguir utilizando este concepto, ya que a través de las biopsias musculares realizadas a adultos mayores, se habían encontrado infiltraciones de grasa entre los tejidos musculares, lo que podría representar una pérdida de fuerza o de masa muscular.
El nuevo término que debía acuñarse es el de “mioesteatosis del envejecimiento”, es decir, que a través de cambios hormonales y estructurales, se permitiría la presencia de grasa entre los tejidos, la que haría las veces (en forma errónea) de musculatura o de lo contrario, accedería a ausencia de masa y falta de fuerza. Esto finalmente termina por manifestar que la sarcopenia es un marcador de fragilidad y además un factor de discapacidad en el ser humano.
Según Juan Carlos Molina, el nivel de sarcopenia puede ser dilucidado a través de elementos como el dinamómetro, el que medirá la potencia de fuerza del paciente o también con aparatos que midan la masa muscular. “Puedes encontrar poca masa, pero músculos fuertes y por el contrario, pueden haber grandes piernas que reflejan pura grasa”, afirma el facultativo. |