Para el doctor Bertossi, la ayuda que prestaría entonces la técnica de la ozonoterapia es a través de los metabolitos derivados del ozono que combinados con una mayor cantidad de oxígeno producirán efectos terapéuticos en los pacientes.
“El ozono es un extraordinario modulador del dolor y un muy buen oxigenante de los tejidos”, comenta el doctor Bertossi y agrega que además actúa como un excelente energizante: “la poca vitalidad es uno de los síntomas característicos de la fibromialgia y por lo tanto a través de la ozonoterapia aportas gran cantidad de energía”, afirma.
En palabras del director de Clínica Bersant, cada vez que se administra ozonoterapia, se está aportando una gran cantidad de energía, ya que “para fabricar la molécula de ozono, se necesita mucha de ésta, la que queda contenida en la molécula. Entonces, cuando entra en el cuerpo y se descompone nuevamente en sus elementos esenciales, se libera dentro del organismo, por lo que la sensación de vitalidad es percibida por el paciente desde las primeras sesiones”, comenta. |
Además, la ozonoterapia aportará una mejoría en la circulación y revitalizará los músculos cansados del dolor e inmovilidad sufridos a causa de la fibromialgia. “Los pacientes sufren porque moverse les causa dolor y por eso no realizan actividades. Esto provoca que los músculos se vayan atrofiando”, agrega Bertossi Ferrari.
En cuanto a la forma de administración, Patricia Rojas subraya que la cantidad de este gas que se ocupa con fines medicinales es casi homeopático, es decir, “micro dosis entregadas a través de diferentes técnicas, las que limpian el organismo”. La tarea del ozono es entonces ingresar como tal, hacer las veces de desinfectante y luego convertirse en oxígeno, “quedando asociado a los glóbulos rojos, quienes lo transportan a todo el resto del cuerpo”.
Por otro lado, el doctor Enrique Bertossi cuenta que la forma de administración de esta mezcla de gases se puede realizar de diferentes maneras; a través de la vía sistémica, donde se administra por método endovenoso, mezclado con suero ‘ozonizado’; también por vía local, utilizada en casos donde el dolor está identificado, “si hay zonas muy dolorosas, especialmente áreas musculares, se puede infiltrar ozono con una aguja y el efecto es notable”, aclara; y por último la insuflación rectal.
Rojas Tapia agrega en este último punto que a pesar de lo que se piensa, colocar ozono por vía anal es la manera más efectiva y menos invasiva de administrar el gas. Será mediante una sonda muy delgada, donde las dosis indicadas de ozono ingresarán al organismo y explica que su efectividad radica en que “los niveles de absorción son mucho mayores que en cualquier otra parte del cuerpo, pasando directamente al torrente sanguíneo”, destaca.
En cuanto a la efectividad del tratamiento, el facultativo sostiene que la ozonoterapia funcionará mientras alguno de los factores donde actúe el gas esté y deja claro que los resultados no son remitidos en la totalidad de los pacientes. “En medicina no existen los resultados al 100%, no hay ningún tipo de terapia que responda en todas las personas”, sentencia y asegura que es por esta razón que se vuelve tan importante tener una visión integrativa, ya que de esta forma se manejarán otras herramientas para tratar al porcentaje de pacientes en los que la terapia no dio resultados favorables.
Al respecto, la psicóloga de Medizone menciona que este tratamiento también debe ir acompañado de algunas etapas de desintoxicación, la que contemplan una nutrición balanceada, homeopatía y técnicas naturales como la fitoterapia, las que apoyarán el proceso de recuperación de los pacientes, intentando abordar a la fibromialgia desde el punto de vista de la psicoinmunoendocrinología, abordando de esa forma al ser humano de una manera integral.
Por último, Enrique Bertossi asevera que hay algunas contraindicaciones para someterse a la ozonoterapia y nombra a alteraciones como el hipertiroidismo, problemas de coagulación y fabismo como algunas de las más importantes además del sometimiento a la terapia durante el embarazo.
“El paciente debe pasar antes por un chequeo médico donde se le cuente de qué se trata este tratamiento, la forma en cómo se lleva a cabo y de algunas reacciones pasajeras como hinchazón y en ocasiones un poco de dolor abdominal”, dice y pone énfasis en que esas reacciones no significan que el ozono esté realizando un mal trabajo, de hecho, los efectos adversos graves que se han descrito en la literatura son por mala técnica de administración y de ahí que se torna importante consultar muy bien antes de someterse a esta terapia natural. |