Toda una incógnita resulta conocer acerca del Lupus. No hay ningún sustento teórico que explique su manifestación y entre las posibles respuestas, las causas hormonales y ambientales poseen el mayor porcentaje de acercamiento a dilucidar su desconocido origen.
Lo que sí se sabe es que esta patología es autoinmune, es decir, es el propio organismo quien produce anticuerpos que en vez de defender, atacan, en el caso del Lupus sistémico, al tejido conectivo, articulaciones, músculos y órganos internos como los riñones, pulmones y el corazón. En el caso del Lupus cutáneo, el órgano que se ve afectado es la dermis.
Para el médico internista de la Universidad Católica, Manuel Chacón Leocourt, la prevalencia del Lupus varía entre 1/1000 a 1/1600 personas. El facultativo menciona que si bien no se conoce la etiología específica, sí se sabe que esta enfermedad produce inflamación y daño en los órganos afectados.
En palabras del especialista, los síntomas más frecuentes son la fatiga, dolor en articulaciones, artritis, anemia, leucopenia (disminución de leucocitos) y alteraciones del sistema nervioso central. “El curso de la enfermedad sucede con exacerbaciones y remisiones, aunque éstas últimas rara vez son completas y permanentes”, afirma y agrega que “la sobrevida a 10 años va desde un 75 a 90 por ciento de los casos”.
Uno de los antecedentes que sí se conoce de esta enfermedad es que afecta en su mayoría a mujeres, donde por un hombre, serán cinco las pacientes afectadas con este trastorno. Para la doctora Dulcima Rodríguez León – médico cirujano y especialista en apiterapia – dentro de las causas que aparentemente provocarían este resultado es la relación con trastornos como el estrés mantenido, mala alimentación y la unión con otras enfermedades como la artritis reumatoide.
En este sentido, el doctor Chacón menciona que además de estas causas ambientales con las que se relaciona al Lupus con las mujeres, están las que tienen que ver con las hormonas sexuales, “especialmente el estradiol, hormona típicamente femenina”. Al respecto, Rodríguez argumenta que está visto que las mujeres comienzan a ser “pacientes tipo” cuando inician su etapa de fertilidad: “se relaciona mucho con los estrógenos, que podrían ser desencadenantes de los trastornos a nivel del sistema inmunológico, provocando una reacción autoinmune”. |