Para ejercitarse a través del squash hay que tener ‘apetito de ejercicio’. Y es que pararse dentro de una pista cubierta, con raqueta, pelota en mano y con la intención de golpear la pequeña esfera contra la pared no es tan fácil como parece, pues se necesita de un buen estado físico, cosa que se puede ganar practicando constantemente.
El squash es un deporte que brinda muchos beneficios a quienes lo practican. Desde la agudización de los reflejos hasta la positiva estimulación cardiaca pueden ir siendo adquiridos en cada juego, esto por su categoría de deporte anaeróbico, es decir, por la sucesiva alternación de distintos movimientos a través de su desarrollo.
Claudio Monsalve Solar, profesor y miembro de la Federación Chilena de Squash, afirma que este deporte es un excelente cardiovascular, ya que mantiene al corazón en constante ejercicio gracias al persistente vaivén de los jugadores, quienes conservan sus movimientos durante todo el partido: “sin darte cuenta, las palpitaciones pueden llegar entre 160 a 210 pulsaciones por segundo. Esto solamente en un entrenamiento de carácter aeróbico, sin haber entrado aún al juego”, complementa el instructor.
De lo anterior, Monsalve agrega que durante el juego aumenta la oxigenación en la sangre y por lo tanto, hay muy poco tiempo para tomar aire y reconfortar el pulmón, ocasionando el trabajo arduo del músculo cardiaco. “Al jugar squash, sientes un cansancio muy grande, sin límites. Pero luego de una ducha corta, el cuerpo queda relajado de tal forma que pareciera que te hubieran dado un masaje, recobrándose rápidamente”, afirma el profesor y agrega: “lo bueno es la rápida recuperación del cansancio que produce, por lo que el corazón es beneficiado en todo momento”.
En cuanto a las restricciones que pudiera tener el aprendizaje y práctica del squash por parte de enfermos cardiacos, Claudio Monsalve cuenta que actualmente existen personas que siguen este deporte aún cuando poseen – por ejemplo - un bypass. “Si una persona tiene problemas al corazón, cualquier deporte tendrá sus consecuencias si no lo practica con cuidado. Sin embargo, perfectamente pueden ejercitarse, haciendo el precalentamiento adecuado”, acota el profesor.
Entrar en calor para jugar squash también potencia al organismo antes de un partido. Al respecto, el entrenador dice que con 15 a 20 minutos de acción aeróbica, el deportista puede entrar en calor ejercitando todas las articulaciones a través del trote suave, el giro de zonas mientras hay desplazamiento de piernas y la ‘entrada de calor de pulso’. Ésta última – y en palabras del entrenador – consiste en dar uno o dos ‘piques’ de velocidad “para que el corazón levante sus pulsaciones al máximo y luego baje gradualmente. Esto hace que el corazón quede preparado para entrar después a un partido fuerte”. |