Cuando el ejercicio no da resultados
A pesar de estar en constante actividad física, Loreto sentía que los resultados no estaban ni cerca de lo que ella anhelaba. Sin ser una mujer con demasiados kilos de más, aún tenía sobrepeso, por lo que asistía con más regularidad al gimnasio, esforzándose al máximo en cada sesión.
Carla González C.
Loreto es joven y pertenece al grupo de personas que un buen día decidieron asistir a un gimnasio para poder ponerse en forma, pero a diferencia de la gran mayoría que se inscribe en centros deportivos en época de primavera para poder estar
“listos” para el verano, las ganas de esta mujer iban mucho más allá.
Desde principios de año, la joven estaba entrenando: trotadora, bicicleta y baile entretenido eran parte de su rutina. Sin embargo, y pese a su extenuante entrenamiento, Loreto sentía que nada cambiaba, ni la talla del pantalón, ni su contextura ni su baja autoestima.
“¿Qué es lo que estaré haciendo mal?”, se preguntó durante un fin de semana luego de una reunión con sus ex compañeras de colegio, quienes a través del Facebook tuvieron la oportunidad de reencontrarse y de pasada ver cuán cambiadas estaban todas, la mayoría más rellenitas, otras con hijos y profesionales en su totalidad.
Lo que Loreto no sabe es que probablemente esté incurriendo en algunos errores que van más allá del ejercicio propiamente tal. Al respecto, el profesor de educación física e instructor de Pilates de Neyün Pilates (
www.neyunpilates.cl), Keim Velásquez, afirma que para que una rutina de ejercicios no dé resultados, puede que existan algunas fallas las que dependerán de la actividad que se está realizando.
El instructor menciona que en el caso de un ejercicio específico, las faltas podrán presentarse en distintas aristas. Así, cuenta que puede ocurrir – entre otros - una mala planificación o ejecución del trabajo,
“quizás no ocurra la llamada supercompensación, que es cuando se lleva a la persona al descanso y después se vuelve a llevar a otro periodo de carga” o también puede haber problemas en la nutrición, el balance energético e incluso las expectativas y psicología de las personas.
En este último punto, Velásquez menciona que quienes se someten a una actividad determinada tendrán objetivos claros qué cumplir y si estos no se concretan en el tiempo, habrá deserción o simplemente menos ganas de llevar a cabo los ejercicios.
“Lo importante de la actividad física en una persona sedentaria es que al someterse a ejercicios, se sienta bien, más que cumplir con el estereotipo de verse bien, siempre debe haber una buena salud mental”, asegura.
Por otra parte, Juan Carlos Olivares, profesor de educación física y entrenador personal, manifiesta que el hecho de que un ejercicio no entregue beneficios tiene que ver la mayoría de las veces con una mala prescripción, es decir, cuando
“la selección del entrenamiento no considera las características morfológicas y de condición física inicial de las personas”.
En la práctica, comenta Olivares,
“se refleja en que las intensidades del ejercicio o no alcanzan a estimular aspectos fisiológicos o producen un estrés físico innecesario, lo que repercute en la motivación por la práctica de éste”.
Los buenos resultados surgen de una buena rutina
Junto con Loreto, hay un número considerable de personas que sin ser deportistas de elite o gimnastas avezados, trabajan su cuerpo con el fin de poder lograr una mejor figura y, ¿por qué no?, también para sentirse mejor y ganar más confianza en sí mismos. Aquí entonces el objetivo será el bajar de peso, eliminar grasa y tonificar el cuerpo.
Justamente, la joven mujer tenía como meta reducir una o dos tallas en el pantalón, “quisiera renovar de una vez por todas el clóset”, les comentaba a sus amigas. Y sin pensar aún en el verano, la ansiedad por conseguir pronto un resultado satisfactorio, le estaba provocando cansancio y desazón.
Keim Velásquez menciona que el trabajo adecuado para lograr este fin, parte primero con una buena nutrición, con un consumo balanceado de nutrientes y una baja ingesta de lípidos. A esto le sigue una rutina de ejercicios que califica de “no intenso”, pero que sí debe ser practicado por un largo periodo de tiempo. “Cuando el ejercicio es de alta intensidad, la predominancia en el gasto energético son los carbohidratos, pero cuando el trabajo es de baja intensidad y en un tiempo prolongado, son primordialmente las grasas las que se pierden”, destaca.
En cuanto a ejercicios específicos, el instructor de Pilates cuenta que el trote ligero, las caminatas, bicicleta y el trekking, entre otros, dan muy buenos resultados. Todo depende del enfoque que se le dé al ejercicio y de las capacidades que tenga el individuo.
En esta línea, Juan Carlos Olivares concuerda en la idea de que para comenzar una rutina que dé buenos resultados, hay que partir con actividades de no mucha complejidad, como subir escaleras, realizar caminatas y trotes suaves. El profesional destaca que antes de realizar cualquiera de éstas, hay que someterse a un control médico, “ya que además del sedentarismo existen otros factores de riesgo que pueden estar presentes en las personas” y que pueden afectarse con la selección de la actividad física, produciendo accidentes o empeorando la condición inicial de los sujetos.
“Nadie nace aprendiendo o conociendo su cuerpo”, advierte Velásquez y explica que llegar a realizar una adecuada rutina de ejercicios y que sobre todo tenga buenos resultados, es cosa de tiempo y entrenamiento. “Esto es solamente constancia y querer hacer las cosas de la mejor manera”, manifiesta.
Aquí Loreto preguntaría, ¿qué pasa entonces conmigo? Y claro, porque durante la jornada en la que se dedica a practicar gimnasia, la joven suda en demasía, lo que le hace suponer que está realizando un buen trabajo. “La transpiración es algo accesorio”, subraya el profesor Velásquez, agregando que la sudoración es una consecuencia del ejercicio y Olivares complementa diciendo que lo de la transpiración “es un mito. Es producto de un sistema eficiente del cuerpo para eliminar calor corporal”.
Por último, el entrenador personal menciona que el éxito de una rutina de ejercicios no está sólo en bajar de peso, sino que la importancia también radica en la calidad del peso, el que explica como la masa grasa versus la magra.
“Una correcta proporción de estas masas nos permite tener un cuerpo balanceado y saludable, es por eso la importancia del trabajo de equipo entre el profesor de educación física y el nutricionista. Es posible ver los resultados de manera concreta entre el tercer y el sexto mes de un programa de entrenamiento regular, sistemático y controlado; apoyado por un buen plan nutricional”, concluye.
¿Existen ejercicios que den mejor resultado que otros?
Juan Carlos Olivares dice que efectivamente hay ciertos ejercicios que dan mejor resultado y tiene que ver en su mayoría con aquellos que involucran grandes zonas musculares, pues “estimulan de manera importante los procesos bioenergéticos y estructurales de las personas”.
Por otro lado, destaca que los ejercicios localizados también son relevantes al momento de fortalecer sectores del cuerpo que presentan descompensaciones musculares. Los abdominales son un ejemplo palpable de esto. “Es muy importante la selección de los ejercicios pues cada uno tiene objetivos específicos e individuales, vale decir, lo mejor es asesorarse por un profesional de la actividad física”, resalta.
Algunos de los beneficios más importantes que se pueden lograr mediante la actividad física son:
- Mejorar la resistencia aeróbica.
- Aumentar la tonicidad muscular.
- Disminución del gasto cardiaco (corazón más eficiente).
- Mejorar la autoestima (“me siento y me veo mejor”).
- Aumentar la independencia y relaciones interpersonales.
- Control del peso corporal.