EGO - Chile también está inserto en el área educación a través del programa EGO Escuela, estrategia que aborda actualmente a mil centros educativos chilenos (y con mayor prevalencia de obesidad), donde la idea es poder instaurar algunas medidas que favorezcan la buena nutrición y la potenciación de la actividad física en los niños.
En relación a este plan, la médico dice que básicamente el trabajo consiste en generar espacios para que “los niños tengan quioscos saludables, colaciones prescritas y no voluntarias, recreos activos, una jornada completa mejor utilizada con talleres de deportes, una mejor planificación de las clases de educación física”, entre otros.
Para la especialista, la labor que se realiza en esta área debe tener comprometidos a todos los actores que en ella se hacen parte: desde el alcalde hasta los mismos alumnos y sus familias en una suerte de “instalación territorial” con una mirada estructural, es decir, “no que cada niño tenga que decidir qué hace”, sino que impere la oferta permanente y obligatoria en su lugar de estudio.
Gloria Jury comenta además que el nombre de la dieta proviene de las aseveraciones de su creador, quien describe la zona “como ese estado misterioso en que el cuerpo y la mente colaboran entre sí” y cita al autor diciendo que “en la zona, aunque relajada, la mente se encuentra alerta e increíblemente concentrada. A su vez el cuerpo es ágil y fuerte y aparentemente infatigable”.
Para la nutricionista, la dieta de la zona es un régimen que “implica mucho cálculo y el aprendizaje de equivalencias alimentarias”, por lo que a pesar de ser recomendable, hay que estar consciente de que si se quieren resultados, hay que estar atento en cada momento. Además, como se trata del consumo de mayor cantidad de proteínas, las personas con enfermedades renales y aquellos que no pueden consumir mucho de este nutriente, debe consultar con su médico para ver la posibilidad de realizar ésta u otra dieta.
Siguiendo con lo anterior, si aumenta la cantidad de la hormona de la insulina en el organismo, la respuesta será un crecimiento sostenido en el peso y por lo tanto, uno de los indicadores será el hambre que se suele sentir entre comidas (cosa que no debiera pasar en una buena dieta). Sin embargo, los nutricionistas dicen que a pesar de este juicio, aún no está confirmada una relación nutrición-endocrinología que confirme esta teoría.
Para entrar en “la zona”, cada individuo tendrá un menú especial según su masa corporal y necesidades proteicas. Al respecto, la nutricionista Gloria Jury Jamis hace hincapié en la teoría del doctor Barry Sears, la que habla de establecer “bloques” de alimentos, los que tendrán una cantidad fija de proteínas, hidratos de carbono y grasa.
Así, se recomienda que las personas que sigan esta dieta lleven a cabo cinco comidas diarias, dejando dos de ellas con el carácter de liviano. Es importante que no se dejen pasar más de cuatro o cinco horas entre meriendas, pues esto alteraría el nivel de azúcar en la sangre.
En su calidad de nutricionista, Gloria Jury nos da un ejemplo acerca de estos bloques de alimentos: |